Blogger templates

domingo, 1 de enero de 2012

Rasking Balls

Se dice que solo los aburridos se aburren, la verdad siendo el primer día del año, estoy aburrido. Me aburre ver mi bandeja de entrada sin un mísero mensaje, de no ver a alguien interesante con quien conversar en el chat del Messenger y del Facebook. Soy todo un aburrido, desde muy pequeño me aburría por todo y en el futuro, de viejo, se que moriré de aburrimiento. Me aburro de tan solo pensar que estoy aburrido. De seguro que si buscara en el diccionario el significado de la palabra “aburrido” encontraría junto a ella, mi fotografía. Estoy aburrido de mirarme en el mismo espejo y ver la misma cara de aburrido.

El aburrimiento es el primer paso a la desesperación y me encuentro exageradamente desesperado, sintiendo el extraño placer de saber que no tengo nada interesante por hacer en estos momentos, cumpliendo la fantasía sexual de mis neuronas de pensar en las morbosidades más excéntricas. Solo siento deseos de escribir cosas sin sentido. Justamente el estar aburrido me motivó a escribir estas líneas.

El aburrimiento es el mejor momento para sentirse loco, precisamente, el estar aburrido me sirve de terapia, me ayuda a entenderme y comprenderme más, y es que cuanto más aburrido me encuentro, mis fantasías y perversiones sexuales, mis virtudes y defectos, mis ideologías y pensamientos más recónditos de mi personalidad salen a flote, descubriendo así mi "yo" verdadero.

Escribir sobre el aburrimiento es aburrido, y leerlo mucho más, así que me voy a aburrir un rato, porque no se qué hacer ahora.

Carta a mi hijo, Fabrizzio

Fabrizzio, mi loquito:

Esta mañana al verte dormir, acurrucadito en la cama, tan lleno de vida y de ternura, me pareció algo increíble que ya estuvieras a punto de cumplir 6 añitos, el tiempo pasó volando y yo gozando de tu sonrisa desde el primer momento que te tuve en mis brazos. Fue precisamente hace seis calendarios atrás que cambio mi vida, yo fui la primera persona de la familia que te vio y quizá sea la persona que más te ama en este mundo.

Hago un recuento de todos estos días, semanas, meses y años a tu lado y me pregunto ¿qué sería de mi vida sin ti? O para ser más precisa la pregunta ¿Qué sería yo sin ti? Estoy seguro que un hombre sin brújula y sin motivo por qué vivir... un tipo triste. Tú me enseñaste a ser feliz, tú me enseñaste con esa sonrisa y esa mirada tan hermosa que me ilumina el día cuando todo se pone tormentoso.

Recuerdo nuestros primeros años en Lima, a ti siempre te gustaba ir a jugar al parque, no importa si hiciera calor o frío, te encantaba salir y corretear por todos lados, me obligabas a llevarte y yo gustoso aceptaba. Pero cómo te encantaba jugar con las palomas, las mirabas feliz y estirabas tus bracitos como si quisieras tocarlas y volar con ellas. Eras mi loquito. Te perseguía corriendo atrás de ti, te apachurraba, te daba besitos en tus cachetes helados y me abrigaba contigo abrazándote fuerte y diciéndote al oído lo mucho que te amo.

Solo quiero que sepas que no hay nada más importante en mi vida que tú, mi loquito adorado. Desde que estabas en la barriguita de tu mamá, ya yo te amaba inmensamente, te acariciaba y te cantaba. A pesar de que no sabíamos que ibas a ser un niño, porque hasta los siete meses de embarazo creímos que serías mujercita, pero saliste un hermoso muchachón de 4.320 kg, muy guapo y también muy, pero muy travieso.

Muchos de mis amigos me dicen que tú eres lo único bueno que hice en mi vida, y puede que tengan razón, porque en realidad no sirvo para nada, solo para amarte y darte lo mejor que tengo, mi corazón, que sin pensarlo dos veces te lo entrego para cuando lo necesites.

Soy lo que soy por ti, tú eres mi combustible, mi energía, mi impulso, mi inspiración, mis ganas de ser mejor, por ti soy súperman, tu súperman. Eres lo mejor de mi vida, eres la mejor parte de mí.

¿Te acuerdas cuando llegamos a Pucallpa y vivíamos en un cuartito, durmiendo en un colchón inflable en el suelo, acostados abrazaditos en los días de intensas lluvias y abanicándonos con un pedazo de cartón en las noches de asfixiante calor? ¿Recuerdas también cuando comíamos dos veces al día y compartíamos un par de platos de comida? ¿Cuando lo único que teníamos era un poco de ropa y una computadora para trabajar? Caminamos mucho juntos, tú mi compañero, mi amigo, los oídos que me prestaban atención cuando necesitaba que alguien me escuchara, tú me sentías triste y con un abrazo y un beso me decías ”Te amo papito lindo”. Ahora ya no dormimos en el piso, ya estamos tomando viada para volar alto y todo gracias a ti, a tus abrazos, a tus besos, a tu comprensión y sobre todo a tu aguante.

Si tú supieras, Fabrizzín, todos los momentos en que me siento tan feliz de estar a tu lado. De lo orgulloso que me siento de ser tu papá. Cuando me das permiso para ver la tele y cambias tus dibujitos; cuando vemos una película juntos y nos emocionamos tanto que terminamos llorando los dos y comiendo un montón de canchita pop corn que te gusta tanto; cuando del cuarto sales y vienes corriendo hacia mí y me dices buuuu!!! Y yo finjo asustarme, te llenas de carcajadas, me haces cosquillas, me abrazas por el cuello y me dices que me quieres; cuando me acompañas a trabajar y te montas en la moto y cantamos las canciones que te gustan tanto. Me encanta sentir tus manitas abrazándome, tus besos en mi espalda. Cuando llego a tu colegio y al verme gritas ¡papi!, corres y te tiras sobre mí y me abrazas fortísimo y siento que si no fuese tu papi no sería nadie.

Hace unas noches te dije que antes de que llegaras a este mundo yo era un hombre muy loco y vacío, tú me dijiste yo sé, papi y me abrazaste con ternura infinita, como mi bebito hermoso que ha crecido y ya tiene casi seis añitos, pero sigue siendo mi chiquito loco que correteaba a las palomas en el parque y se ensuciaba toda la carita de chocolate comiendo un Sublime. ¿Sabes también, mi loquito, que estos últimos seis años han sido los más felices de mi vida? Quisiera confesarte algo, tu papi puede ser un loco, bastante tonto y despreocupado, pero por sobre todo tu papi, es capaz de convertirse en un súper héroe solo para llenarte la vida de amor y felicidad.

Perdona mis errores, perdóname aquellos momentos en los que no te presté atención, que no estuve a tu lado y te sentiste solo, perdóname las lagrimas, te juro que nunca quise causarte pena alguna… lo único que quiero en esta vida es poder dibujar en esa carita linda una sonrisa en tu boca y ponerle brillo a tus ojos negros. Eres lo más hermoso de este mundo.

Te amo con mi vida hijo mío.

Tu papá

P.D.: Yo siempre seré tu guardián ( http://youtu.be/F-yNDBsvEp0 ) , nuestra canción.

Fabián y yo

Varias personas al leer lo que escribo en mi blog (www.lasmujeresqueperdi.blogspot.com) me preguntan si ese Fabián, pendenciero y protagonista de todas las historias es realmente “yo” y para todas aquellas que tienen la inquietud les digo lo siguiente:

Fabián, el de la vida irreal, es como si fuera una especie de androide o robot mecánico, en cuya cabeza se encuentra insertada una pequeña cabina, operada por un hombrecito, un Power Ranger minúsculo, que visto bien de cerca soy yo. Es decir que yo, el escritor de carne y hueso, conduzco a este Fabián como si fuera un armatoste, una nave cuyo fuselaje tiene la forma de un chico bien parecido, no muy alto de veintitantos años. Su cuerpo es la escenografía de un laboratorio. Un cascarón. Sus ojos son solo las dos ventanas del panel de control de este organismo robótico, desde donde diviso el mundo exterior y monitoreo los movimientos. Sus orejas son dos potentes receptores acústicos; sus fosas nasales, dos turbinas. Por un largo tubo interior puedo deslizarme fácilmente y bajar a reparar su corazón cada vez que es maltratado y trabado con alguna flecha rota de cupido, se daña y es vapuleado por los ataques que las mujeres atentan contra él y por una secreta escalera caracol subo a revisar muchos de los cables chamuscados de su cerebro, siempre tan expuesto al cortocircuito.

En esta cabina tengo una consola repleta de botones y palancas que activan su sonrisa, sacuden sus brazos, le hacen andar, toser, parpadear y hasta babear por alguna fémina. Este ser creado llamado Fabián es guapo, inteligente y sobretodo muy atractivo para las mujeres, muy a diferencia de su creador, feo, barrigón, loco y poco comprendido como yo solo…eso es lo que soy realmente… un joven escritor con los cables chamuscados.

jueves, 18 de agosto de 2011

¡Qué divertido es ser yo!


Me considero un tipo inteligente y perezoso, pero insoportable cuando trato de ser sincero. Soy un romántico maniaco depresivo, infiel a mi soledad, tímido y coqueto, vanidoso al punto de ser casi un metro sexual.

Todos los lunes empiezo mi dieta pero el martes la termino abatido por la tentación y será por eso que mi panza continúa expandiendo sus dominios. Soy un vago muy empeñoso cuando tengo que serlo. Nunca consumí drogas, ni las volveré a probar. Creo en el amor a primera vista aunque sufra de astigmatismo.

No soy chismoso pero me encanta Magaly. Soy muy maduro aunque mi canal favorito sea Cartoon Network y juegue con los muñecos de Ben 10 de mi hijo. Soy un aburrido y creo que siempre me aburriré de manera mortal. Las mujeres dicen que soy lindo, tierno, gracioso pero yo sé que muy en el fondo conmigo ni a misa.

Tengo todas las ganas de poder rugir, ladrar y aullar como mi gigantesco perro siberiano que se caga de miedo cada vez que un pequinés se le pone en frente. Soy muy guapo y bella persona, sólo que para apreciarlo debes de tomarte una caja de chelas.

Nunca encuentro lo que busco, porque nunca busco nada. Siempre pierdo todo, hasta la cabeza. Soy un desordenado del demonio, pero adoro el orden. Me río todo el tiempo, y casi siempre de mi mismo. No me gusta la hipocresía aunque haya aprendido a falsear mi sonrisa. Quiero estar quieto, pero me gusta andar de gitano. Me gusta jugar, pero no que jueguen conmigo. Me encantan en demasía las mujeres, más si tienen enamorado. Me deleito cantando, pero en el baño. Soy un fanático de la limpieza, aunque juegue sucio. Me gusta cocinar, pero no como lo cocino. Soy un buen padre, a pesar que mi hijo busque en los clasificados un papá nuevo.

En mi vida ya probé de todo tan solo basta mencionar que: ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya me dejaron, ya viajé, ya pegué, ya sufrí, ya huí, ya me fui, ya volví, ya fingí, ya mentí, ya amé, ya jugué, ya conviví, ya me libré, ya embaracé, ya la bajé, ya me perdí, ya me encontré, ya me confundí, ya me ilusioné, ya desconfié, ya dudé, ya me caí, ya me levanté, ya di la cara, ya estafé, ya me enyucaron, ya atrasé, ya me atrasaron, ya escribí, ya me compliqué, ya me puse aretes, ya me tatué, ya reí, ya lloré, ya perdí, ya gané, ya follé , ya gocé, ya bailé, ya estuve ansioso, ya tuve miedo, ya me empaché, ya me tiré pedos, ya fui sincero, ya fui metódico, ya fui impulsivo, ya fui psicólogo, ya fui fanático, ya fui anónimo, ya fui pendejo, ya fui un santo y ya todo esto me llegó al huevo.

Acéptame como soy, o mírame como me voy... piénsalo.

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Online Project management