Blogger templates

domingo, 1 de enero de 2012

Carta a mi hijo, Fabrizzio

Fabrizzio, mi loquito:

Esta mañana al verte dormir, acurrucadito en la cama, tan lleno de vida y de ternura, me pareció algo increíble que ya estuvieras a punto de cumplir 6 añitos, el tiempo pasó volando y yo gozando de tu sonrisa desde el primer momento que te tuve en mis brazos. Fue precisamente hace seis calendarios atrás que cambio mi vida, yo fui la primera persona de la familia que te vio y quizá sea la persona que más te ama en este mundo.

Hago un recuento de todos estos días, semanas, meses y años a tu lado y me pregunto ¿qué sería de mi vida sin ti? O para ser más precisa la pregunta ¿Qué sería yo sin ti? Estoy seguro que un hombre sin brújula y sin motivo por qué vivir... un tipo triste. Tú me enseñaste a ser feliz, tú me enseñaste con esa sonrisa y esa mirada tan hermosa que me ilumina el día cuando todo se pone tormentoso.

Recuerdo nuestros primeros años en Lima, a ti siempre te gustaba ir a jugar al parque, no importa si hiciera calor o frío, te encantaba salir y corretear por todos lados, me obligabas a llevarte y yo gustoso aceptaba. Pero cómo te encantaba jugar con las palomas, las mirabas feliz y estirabas tus bracitos como si quisieras tocarlas y volar con ellas. Eras mi loquito. Te perseguía corriendo atrás de ti, te apachurraba, te daba besitos en tus cachetes helados y me abrigaba contigo abrazándote fuerte y diciéndote al oído lo mucho que te amo.

Solo quiero que sepas que no hay nada más importante en mi vida que tú, mi loquito adorado. Desde que estabas en la barriguita de tu mamá, ya yo te amaba inmensamente, te acariciaba y te cantaba. A pesar de que no sabíamos que ibas a ser un niño, porque hasta los siete meses de embarazo creímos que serías mujercita, pero saliste un hermoso muchachón de 4.320 kg, muy guapo y también muy, pero muy travieso.

Muchos de mis amigos me dicen que tú eres lo único bueno que hice en mi vida, y puede que tengan razón, porque en realidad no sirvo para nada, solo para amarte y darte lo mejor que tengo, mi corazón, que sin pensarlo dos veces te lo entrego para cuando lo necesites.

Soy lo que soy por ti, tú eres mi combustible, mi energía, mi impulso, mi inspiración, mis ganas de ser mejor, por ti soy súperman, tu súperman. Eres lo mejor de mi vida, eres la mejor parte de mí.

¿Te acuerdas cuando llegamos a Pucallpa y vivíamos en un cuartito, durmiendo en un colchón inflable en el suelo, acostados abrazaditos en los días de intensas lluvias y abanicándonos con un pedazo de cartón en las noches de asfixiante calor? ¿Recuerdas también cuando comíamos dos veces al día y compartíamos un par de platos de comida? ¿Cuando lo único que teníamos era un poco de ropa y una computadora para trabajar? Caminamos mucho juntos, tú mi compañero, mi amigo, los oídos que me prestaban atención cuando necesitaba que alguien me escuchara, tú me sentías triste y con un abrazo y un beso me decías ”Te amo papito lindo”. Ahora ya no dormimos en el piso, ya estamos tomando viada para volar alto y todo gracias a ti, a tus abrazos, a tus besos, a tu comprensión y sobre todo a tu aguante.

Si tú supieras, Fabrizzín, todos los momentos en que me siento tan feliz de estar a tu lado. De lo orgulloso que me siento de ser tu papá. Cuando me das permiso para ver la tele y cambias tus dibujitos; cuando vemos una película juntos y nos emocionamos tanto que terminamos llorando los dos y comiendo un montón de canchita pop corn que te gusta tanto; cuando del cuarto sales y vienes corriendo hacia mí y me dices buuuu!!! Y yo finjo asustarme, te llenas de carcajadas, me haces cosquillas, me abrazas por el cuello y me dices que me quieres; cuando me acompañas a trabajar y te montas en la moto y cantamos las canciones que te gustan tanto. Me encanta sentir tus manitas abrazándome, tus besos en mi espalda. Cuando llego a tu colegio y al verme gritas ¡papi!, corres y te tiras sobre mí y me abrazas fortísimo y siento que si no fuese tu papi no sería nadie.

Hace unas noches te dije que antes de que llegaras a este mundo yo era un hombre muy loco y vacío, tú me dijiste yo sé, papi y me abrazaste con ternura infinita, como mi bebito hermoso que ha crecido y ya tiene casi seis añitos, pero sigue siendo mi chiquito loco que correteaba a las palomas en el parque y se ensuciaba toda la carita de chocolate comiendo un Sublime. ¿Sabes también, mi loquito, que estos últimos seis años han sido los más felices de mi vida? Quisiera confesarte algo, tu papi puede ser un loco, bastante tonto y despreocupado, pero por sobre todo tu papi, es capaz de convertirse en un súper héroe solo para llenarte la vida de amor y felicidad.

Perdona mis errores, perdóname aquellos momentos en los que no te presté atención, que no estuve a tu lado y te sentiste solo, perdóname las lagrimas, te juro que nunca quise causarte pena alguna… lo único que quiero en esta vida es poder dibujar en esa carita linda una sonrisa en tu boca y ponerle brillo a tus ojos negros. Eres lo más hermoso de este mundo.

Te amo con mi vida hijo mío.

Tu papá

P.D.: Yo siempre seré tu guardián ( http://youtu.be/F-yNDBsvEp0 ) , nuestra canción.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Online Project management